EL PROYECTO NACIÓ EN UN EMBARCADERO, CON UNA CENA Y AMIGOS. SOBRE EL RIO MIÑO NOS DIMOS CUENTA DE DONDE ESTÁBAMOS Y DE QUE AQUÍ QUERíAMOS QUEDARNOS.
Desde el mayor de los respetos hacia las construcciones tradicionales de la zona y al patrimonio cultural que nos rodea, quisimos priorizar al máximo la propia identidad de la casa y del entorno que la envuelve.
Cuatro estancias interiores, dormitorio principal, salón, dormitorio en el mirador, cocina y baño, junto a dos grandes estancias exteriores, terraza semicubierta con barbacoa y terraza al aire libre, con zona de jacuzzi, completan la finca de viñedo que rodea la casa. Todo pensado y preparado para hacer que el disfrute y la desconexión, alcance limites insospechados. La completa equipación, la funcionalidad y la decoración, hacen que el pasado y el futuro próximo se conecten en esta localización, y den lugar a una casa pacífica, íntima y atemporal.
La sensación del calor del fuego en las chimeneas, el olor a antaño del hogar encendido, como la sensación de sumergirte en un baño de burbujas al aire libre, disfrutando de las vistas del corazón de la Ribeira Sacra, de los espectaculares cielos estrellados que se pueden divisar, o de la paleta de colores que las estaciones usan para teñir nuestro entorno privilegiado, hacen que la estancia en Apedeceo, se convierta en toda una experiencia para los sentidos.